No hay un corrector mejor que el Studio Finish de MAC para tapar las imperfecciones que tengamos en el rostro, ya sean granitos, marcas de acné, marcas del sol o cualquier “defecto” que podamos tener en la piel.
Es cierto que tiene una textura muy pastosa y algo grasosa, por ello hay que utilizar muy poquita cantidad y calentarlo antes con la yema de los dedos antes de aplicarlo en la piel. Una vez trabajado en nuestros dedos, lo aplicaremos a toquecitos en la zona a cubrir y ¡voila! Adiós a nuestra imperfección.
Es un corrector muy pigmentado y de larga duración, aunque como comento, hay que trabajarlo bien para que no quede un pegote.